jueves, 6 de diciembre de 2012

Gerard Butler

 

Magnífico ejemplar de macho escocés, Gerard Butler fue cosa del cambio de siglo y, desde entonces, se convertía cara habitual y cuerpo predilecto del Hollywood de los últimos tiempos.
Había nacido para la causa interpretativa a mediados los noventa, justo cuando abandonó su carrera de abogado y, con la confesa ambición de la fama, se subió a los escenarios. 
Se sucedieron muchos papeles y muy variados para un actor laborioso y ecléctico.


La atención se intensificó en torno a Gerard cuando fue elegido para ser "El Fantasma de la Ópera", versión Joel Schumacher. 
La película dividió a la crítica, pero Butler fue aplaudido de manera unánime, despertando a la sensación de que no se olvidaría su nombre.


Le esperaba el momento decisivo: Gerard Butler fue y es, ante todo, el rey Leónidas, músculo y valentía para la deslumbrante "300". 
Es su papel más popular y significó el boleto para la fama internacional, refrendada por un Hollywood que lo fichaba entonces como hombre de cabecera.


Pero no son buenos tiempos para el cine de calidad y está claro que la trayectoria de Butler ha dejado mucho que desear. 
Muchos comentaristas lo señalan como el mejor actor que peores películas protagoniza, y ahí está ese arsenal de comedias románticas y otras olvidables producciones, llenas de dólares, anticipación y cero distinción.


Resta la sensación de que el bello Gerard merece mucho más que pasearse con Jennifer Aniston y vender romance para promocionar película.


En todo caso, Butler no descansa ni palidece ni para de involucrarse en proyectos, entre los que se anuncia su posible lanzamiento como estrella rock. Oh my


Siempre es un placer verlo y él mantiene esa actitud eterna de pasárselo bien. 
En entrevistas, ha confesado que ha sido tan adicto a pasárselo bien, que el alcoholismo se le ha hecho un durísimo caballo de batalla desde su atribulada juventud.


A pesar de los problemas, amigos y compañeros de rodaje afirman que todos quieren a Gerry, y Gerry los quiere a todos.
Nosotros también, desde que lo vimos por primera vez, con esos ojos, esa boca, esos labios y esas carnes generosas; un físico espectacular refrendado por el acento de las Highlanders y un vozarrón de mucho cuidado.


Él mismo dice que Hollywood lo demanda y lo encuentra particular por imponente y varonil, cuando en su tierra natal, pasa desapercibido.
Es decir, que Escocia está llena de hombretones como él.


Haz las maletas, que nos vamos ya.

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