Russell Tovey, el adorable actor british de las orejitas de soplillo, se precia en disfrutar el año más inquieto de su carrera. No es el primero, ni mucho menos, y si sigues las series de la Gran Bretaña, te habrás topado con esos pabellones auditivos en más de una ocasión.
Primer papel memorable fue cinematográfico para "The History Boys", pero Tovey se conjuga con Catodia y se le ha visto desde vestido de época para "Little Dorrit" hasta puntiagudizando las orejas para el sci-fi "Being Human".
Que Russell es lo más mono y boyfriendable en el mundo entero ya se sabía, aunque en la serie "Looking", más que novio ideal, prefirió ser fruta prohibida para Jonathan Groff. Ha sido su salto oficial a Norteamérica y capítulo decisivo para su culto. El momento del beso fue de agarrar las sales; en la season finale, casi exploto. Química como la de Jonathan y Russell, pocas.
Abiertamente gay y perdidamente enamorado de su bulldog Rocky, confesaba esta semana que no quería mostrar su pene, porque teme que hagan tantas capturas y ruede tanto por Internet como sucedió con su trasero. Esperemos que las exigencias del guión lo hagan recapacitar.
Por cierto, lo han promovido como fijo en el reparto de "Looking", qué menos.
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