jueves, 14 de marzo de 2013

Eric Bana


Un comentado anuncio de perfume lo trae de vuelta al imaginario maromial y se imponen los interrogantes.
¿Dónde has estado, bello Eric Bana? ¿Por qué hemos sabido tan poco de ti durante todos estos años?


Recuerdo postear a Eric de manera urgente e inexcusable en mis primeros tiempos bloguísticos; por entonces, era uno de mis maromos favoritos y también una de las razones para soñar con Australia. 
Porque, según lo visto en el cine y la televisión, esa nación ha de ser un colmado de hombretones de los que no se encuentran por mi calle.


Pero el tiempo pasó, y pese a que fue un sueño en "Troya", Hollywood lo llamó "Hulk" y Spielberg lo embarcó en "Munich", Eric Bana no suscitó demasiado entusiasmo entre el público mayoritario, ni tampoco figuró rutilante en las agendas de los productores.
Como actor y figura, es un tanto soso, para qué nos vamos a engañar.


Aún así, Bana puede no ser el chico más carismático de la Tierra, pero los últimos leading men de Hollywood lo son mucho menos. 
Empiezo por Taylor Kitsch, sigo por Sam Worthington y no termino.


Aunque trabaja poco, se le ve menos y no despierta grandes noticias, Eric ha permanecido activo y bien guapo, y su papel de villano en el remozado de "Star Trek" quizá lo haya mantenido en la retina de las audiencias. 


Y sólo basta con ver la reacción que suscitó ayer en Facebook la noticia de que Eric vendría a "El Día del Maromo". 
Ha batido el récord de "megusteos", el mismo que hasta ahora ostentaba Paul Newman.


Porque sí, queremos más Bana. Lo exigimos. 
En el anuncio de Bvlgari aparece mejor que nunca, con unos cuarenta y cuatro años gloriosos, que añaden unas canas mortales de necesidad a la apoteosis maromística. 
¿Es el retorno de Eric?
Con ese pelazo, ese pecho para caerse delante de él de la pura impresión y esas orejotas que ríete de Clark Gable, Eric Bana es, como reza el anuncio, un Man Extreme. 


Quizá el secreto siempre ha estado en esa cara de chico adorable, con pinta de modesto y tranquilo, en exquisito contraste con ese armario que tiene por cuerpo.
Pecado, pecado.


Rezaremos por volver a verlo tan troyanamente shirtless como en "Troya", donde se zampaba sin complejos a Brad Pitt, Orlando Bloom y a todos los que lo descubrimos entonces, hace poco más de nueve años. 


Cómo pasa el tiempo, sí, pero las ganas de Bana se mantienen y ahora se reavivan con fuerza. 
Una de dos: o Hollywood lo relanza inmediatamente, o yo me planto en Melbourne.

3 comentarios:

  1. No es casualidad el que iguale a Paul en "megusteos". A Newman siempre lo he calificado como EL HOMBRE. Y a Eric como UN HOMBRE.

    La fotaza de barba y despechugue con pelillos me ha provocado un microinfarto. Uno de estos jueves no salgo viva, en serio.

    Gracias por el post.

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  2. Lo, en "Troya" era el único hombre de verdad que había, con permiso de Sean Bean. Yo me quedé ojiplática cuando vi a este señor de barba y pelo oscuro y ojos más oscuros todavía que sobresalía por encima de la oxigenación de Pitt y la enclenquitud de Orlando Bloom.

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  3. El relato, las fotos... y el actor... una obra maestra.
    Abrazos!

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