lunes, 24 de junio de 2013

Diario de Esplendor


"Beau Geste, "bello gesto"... Le dimos 
el nombre apropiado, ¿verdad?".


"Imitación A La Vida" finaliza su primera temporada. 
Comienza un descanso vacacional que durará los próximos meses, con la voluntad de tomar un gran respiro, recuperar fuerzas y volver. Siempre volver. 
Hace justo un año, preparaba este blog con la inquietud que vive detrás de mis decisiones. 
Deseaba un blog distinto, menos apresado en la actualidad y más cercano a la realidad, con mejores desafíos como escritor y, a la vez, fiel a lo que me gusta, a lo que nos une.
Creo que lo he conseguido. Al menos, he sentido esa libertad buscada al escribir los artículos diarios. Una satisfacción extraña, una emoción que nunca decreció. Sólo se hizo más intensa.
"Imitación A La Vida" se adueñó del teclado, disparó la prosa, calentó la imaginación. 
Como las empresas más disparatadas, al final, lo fue todo. 


Una buena temporada, sí. Lo escribiré para recordarlo, para estar a la altura en la siguiente.
Ha sido hermoso ver cómo han crecido las secciones, cómo han querido mutarse, cómo han sido lo que debían ser.
Sorprendente y conmovedor fue descubrir el caché que mantienen los actores del Hollywood clásico, a través de la generosísima atención que recibían cada martes las biografías emocionales de nombres como Bette Davis, Audrey Hepburn, Gary Cooper o Claudette Colbert.


Buenas películas se escribieron e ilustraron, junto a las sensaciones del cine y la televisión, incluyendo, por supuesto, los maromos que nos encantan y los que hemos conocido. 
Esos guapos que traen hasta aquí. 
El amor era más poderoso que Trystan Bull, según las visitas registradas. Pero ahora, no hay nada más fuerte que Henry Cavill, cuyo jueves de acero se confirma como lo más leído en este blog.


Los lunes a través del espejo se han convertido en ese cajón desastre, ese mapa sin brújula, aventurando entre las intenciones, los públicos, las creaciones y las cosas de este mundo.
Aunque, para planes imprevistos y saltos sin red, lo decisivo de mi experiencia con "Imitación a La Vida" ha sido, sin ninguna duda, esos diarios de crisis de los miércoles. 
En muchas ocasiones, me han llevado por caminos aterradores, por verdades dolorosas y, en todo momento, por el simple placer de escribir sobre mí. 
Era la sección sobre la que no tenía ninguna precisión cuando la ideé hace un año. Al final, ha sido la terapia más infalible, la manera de pensar, de superar y de mejorar en todos los sentidos.
Y, de ese modo, "Imitación A La Vida", que nació de la crisis, devino en diario de esplendor.


Un señor muy sabio me dijo en varias ocasiones que la manera de escribir pasa por un esfuerzo de sinceridad. 
No estoy seguro de que sea la única, aunque sé que es la que nos ha acercado otra vez, más que nunca. 
Sucedió en el camino, cuando entendí que debía dejar de perseguir una perfección canónica en lo redactado y apostar por la vibración de lo contado.


Esta temporada de "Imitación A La Vida" se ha relatado desde el corazón. Quizá la siguiente vaya más allá de las lágrimas y se escriba, además, con los dos huevos encima de la mesa. 
Porque volveré, claro que volveré, siempre vuelvo. Pongamos hoy septiembre como ese mes del eterno retorno.


Hasta entonces, mi querídisimo lector, deseo que tus lágrimas caigan como diamantes, que todas tus luchas te honren frente a tus enemigos y que nada de lo vivido se compare a lo que nos queda por sentir.
Mis labios al besarte te lo contaron: "Sin amor, nuestras vidas son sólo una imitación, una imitación a la vida".
Le di el nombre apropiado, ¿verdad?

4 comentarios:

  1. Te espero, feliz descanso y por supuesto lo has conseguido.

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  2. Qué impasse, vacaciones como de niño escolarizado. Tu constancia es admirable, pocas pausas interneteras tan merecidas; seguiremos aquí en septiembre.

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  3. "Beau Geste"... ¡Qué recuerdos de mi temprana adolescencia!
    Unos niños inocentes y puros, que jugaban a la guerra luchando con espadas de madera y recreando funerales vikingos (lo tengo grabado en la memoria) acabarán, años después, sirviendo en la legión extranjera.
    Magnífico y sobresaliente Gary Cooper, como en "El Sargento York" o en "Tres Lanceros Bengalíes"; eterno héroe de películas de acción impregnadas de épica y camaradería; películas para todos los públicos, pero en especial para las mentes vírgenes y cándidas de los adolescentes de antaño que todavía creíamos en loables valores universales: Honor, dignidad, amistad, lealtad...

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