jueves, 21 de febrero de 2013

Joaquin Phoenix


Joaquin Phoenix es raro, solían decir, acostumbraban repetir. 
Quizá por su físico, tal vez porque sustituía la ambición que se gastan sus compañeros por una magnífica inquietud vital. 
A Joaquin se lo reconoce como un niño caprichoso, pero ni de dinero ni de estatus artístico, sino de experiencias, causas y rebeldías.


Joaquin, el receloso, Joaquin, el indiscutible. Hollywood ha decidido amarlo, por no detestarlo. 
Como todos los rebeldes, se pone triste, contesta y rectifica. 
Hace unos años, dijo que se marchaba de la interpretación, pero sólo era un juego. 
Apareció barbudo y rapero, y muchos pensaron que la poca olla que le quedaba se le había ido del todo. Al final, era cosa de un falso documental.


Con 38 años, resucita de sus cenizas y vuelve para conquistar a las audiencias. Es decir, lo que mejor hace. 
Joaquin siempre ha dado una sensación de autenticidad poco común en los actores norteamericanos. Ya desde que lo descubrimos a mediados de los noventa, quisimos definirlo como original.
Y no hay nada más devastadoramente atractivo que lo que parece único. Su mirada ojerosa y azul, su labio partido y esos dientes: puro cine.
Joaquin ha sido más que un chico guapo. Es raro, decían y repetían. Y no deja indiferente, pudieron añadir.

Pecado mortal, en "Quills"

Desde su pretendido retiro, pasaron cuatro años sin incorporar a ningún personaje ficticio y se sentía como demasiado tiempo sin él. 
Finalmente, le decía que sí a Paul Thomas Anderson y se embarcaba en "The Master"; como él, una pieza inclasificable, hermosa, atormentada y genuinamente cinematográfica.

En "The Master"

Dicen que "The Master" es muy aburrida, pero yo la he sentido intensísima y escalofriante.
Es una película extraña, pero, dentro de todo el catálogo de rarezas fílmicas, "The Master" presenta una narrativa congruente y una simbología bastante asequible.
Sin resultarme la obra maestra que aclaman algunos críticos, encuentro a "The Master" muchísimo más interesante que todas las películas en cartelera. 
Anderson ha querido escribirla como un sueño perturbador, donde toma protagonismo esa sensación de rotura total y destello de vitalismo que transmite la excéntrica, luminosa interpretación de Joaquin.


El último arrebato del nene Phoenix servía de contrapunto al retorno.
Joaquin pedía expresamente que no lo nominaran al Oscar por "The Master" y, con el rebelde puesto, criticó el proceso académico.
Dio igual. Todos sabíamos que lo iban a nombrar por tercera vez en la carrera hacia las estatuillas.
A la nominación, Joaquin contestó con un vídeo a favor de los derechos de los animales para que se retransmitiese durante la gala. 
La Academia lo censuró cordialmente.

Como Johnny Cash en "Walk The Line"

Es probable que, a pesar de todo, lo veamos el domingo en los Oscars, de vuelta a casa. Su casa, aunque la replique y la reniegue mil veces.
Es donde reside su encanto de hijo pródigo y también el lugar donde Hollywood se sazona. 
No hay nada que emocione más a la industria del entertainment que un bello renegado y saben bien que el público siente la misma excitación.


"The Master", retorno oficial del niño Joaquin, funciona también como primer disparo de una metralla de títulos a estrenar, donde se encuentran lo nuevo de Spike Jonze y otra colaboración con Paul Thomas Anderson.


Sus fans, millones y fidelísimos, pueden dormir tranquilos. Joaquin Phoenix tiene mucha guerra que dar.

4 comentarios:

  1. Por favor, la foto de "Quills"... Buen jueves, querido Josito :)

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  2. Muy bueno el post. Yo soy de esos fans "millones y fidelísimos" y no puedo estar más de acuerdo con lo que escribes. Solo me falta añadir que se merece ese Oscar!!.

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  3. Otra de las virtudes de la intensísima y maravillosa The Master es conseguir sacar feo a Joaquin. Mis amigos han definido su aspecto en esta película como una mezcla entre Pozí,Mel Gibson y Monty Clift.

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  4. "The Master" es una película difícil de digerir, rara, cruda y genuina. A mi no sé si me gustó desde el punto de vista de decir que estuvo bonita. La verdad es que esperaba más,, claro como una persona común y corriente que va al cine con los amigos a vacilarse. De hecho no es una peli para vacilarse, es una peli que nos deja perplejos, del cual no sé sabe qué decir. Joaquin Phoenix se ve muy cómodo interpretando ese papel y eso se siente y se aprecia. Me gustaría que gane el Oscar, la verdad que sí. Pero, ¿la Academia está preparada para premiar a actores como Joaquin? Parece que aún no. Buen regreso.

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