domingo, 8 de septiembre de 2013

Romper La Imitación, Volver A La Vida


Regresa el terror a la página en blanco. Vuelve sufrir por la primera línea, o esa espera que se vive como quien se sienta por aquel que nunca llegará.
Arrecian las tardes de bloqueo, las noches de desvelo, las horas robadas al día, pensando en los artículos, más tiempo en mi cabeza que sobre el teclado, mejores en mi imaginación secreta que desnudos en público.
Vuelve la frustración, la persecución de algo, el amor al arte, la expectativa de no sé qué.
Llegan esos cuatro días a la semana, que son mi semana, mi trabajo; las jornadas que he de organizar, llenas de palabras, una detrás de la otra, la mayoría inservibles. 
Sí, vuelven las palabras de "Imitación A La Vida". Algunas consiguen hilarse en frases milagrosas, que dicen lo que pretenden, que cuentan algo nuevo.


Retorna la necesidad de contar algo nuevo, que termina sustituida por la simple necesidad de contar, sea viejo, falso o mentira. 
A estas alturas, se trata de contar, lo que sea, lo que más brille. Imitaciones a la escritura por escrituras imitadas.
Vuelven mis propias trampas, mis mismos anhelos, quizá distintos, bajo nuevas luces. 
He pensado mucho este verano, he visto muchísimas películas, he cambiado de opinión, me he reafirmado en las mismas. 
No sé qué exacta conclusión he sacado, pero, oh, boy, tengo cuento para rato.


Se exige romper la imitación, desentrañar que hay detrás de la historia, de la obra, de las imágenes. 
Vuelve la vida, si es posible, contada entre el tiempo ínfimo, la inspiración escurridiza y la urgencia de recuperar la seguridad, la fuerza, las ganas, día a día, minuto a minuto.
Vuelve "Imitación A La Vida", ambiciosa dentro de su modestia, que se acicala de inspiradora para todos los que pasan por aquí, para los que llegarán, para los que no querrán volver.


La anterior temporada fue emotiva, desde el corazón. Esta quiere ir más allá, ser valiente, desafiante, incluso irritante y revientacerebros. Quiere más de lo que se puede permitir, tiene la sensación de que no lo conseguirá, desea intentarlo a pesar de todo. 
Como diría Roberto Bolaño: "saber que vas a perder y salir a pelear: esa es la literatura".
Vuelve pensar en cuatro artículos a la semana, que, como de costumbre, se escribirán a golpe de cuatro secciones, de lunes a jueves, para que los leas, los pienses, los ames, los odies, los compartas, los olvides. Son tuyos. 
Vuelve "Imitación A La Vida", porque yo quiero.


Y regresa con cambios.
Ya no habrá que esperar al postre, porque, durante esta segunda temporada, se servirá primero y expreso.
El lunes es ahora El Día del Maromo. O, mejor dicho, "El Día del Maromo" es ahora el lunes.
Tal inefable leyenda de mi quasidécada bloguera no necesita mayor presentación que sí misma. Son los hombres de las pantallas, en niveles variables de belleza, seducción, encanto y macicez corporal. 
¿Denominador común? Todos están buenos.
No quedará alma que se diga odiosa del lunes, día de gloria para la vista a partir de mañana.


El martes se mantiene fiel a Crónicas de la Farándula, espacio devoto de las grandes estrellas y el glamour fílmico.
Fue uno de los más grandes e inesperados éxitos de la pasada temporada y se apuesta por seguir con la lista de las viejas personalidades de Hollywood y quizá encontrar otras celebridades, otras historias, en otros cines y otros tiempos.
Como siempre en este blog, habrá espacio para improvisar, reinventarse y cambiar la letra de la canción en pleno baile.


Sobre todo, los miércoles. La sección se llama Yo La Perdí En El Cine.
Y te preguntarás qué perdí exactamente en el cine. ¿La virginidad? ¿La vergüenza? ¿La razón? ¿La cartera? Será cuestión de averiguarlo.
El contenido de la sección - cuyo título es homenaje a Pauline Kael y su libro "I Lost It At The Movies" - es uno de esos misterios que prefiero desentrañar poco a poco. 
Pero sé que será la sección del cine. 
Del cine de verdad, de todos los tiempos, de todas las naciones. El que tiene algo que decir, sea magistral, bueno o regular. El cine que da energía, otorga y conmueve. 
Es decir, no encontrarás nada en esta sección sobre inexpresivos taquillazos superheroicos ni a propósito del catálogo de bostezantes entregas de premios. 
Tal y como me gusta, me veo aventurándome debajo de las películas, en sus significados culturales, en sus simbologías. En aquello que nos encanta, atrae y esclaviza de las pantallas. 
En encontrar lo que perdimos en el cine.


El jueves tiene color de clímax y será el espacio personal. 
Pasajes del Esplendor contará mis días, mis problemas, las cosas que pienso, las mentiras que te has creído - como que soy un Narciso alcohólico, por ejemplo -, y las verdades que estoy dispuesto a averiguar.
Ya no me encomiendo a la palabra "Crisis", porque ahora pongo rumbo a las luces más esclarecedoras. 
Si hay alguna duda, la resolveremos o la emplazaremos a la más sugerente de las incógnitas. El esplendor está en el propio viaje.


Estos son (casi) todos los secretos de la segunda temporada de "Imitación A La Vida", que empieza mañana, maromialmente hablando. Ligera, piano, piano, creciendo, poco a poco y sin prisa.
Volverán muchas aflicciones a la hora de pensar y escribir estas líneas, pero también el placer que siento ahora mientras escribo y termino, ese que prevalece al final del día y se presta inmarchitable.
¿Vuelve "Imitación A La Vida"? ¡No! 
Ha vuelto ya.



(Carátulas, covers y diseños agradecibles a Loli Sanz).

2 comentarios:

  1. Esto es más que una presentación: es el aperitivo exquisito que anuncia un menú de cinco estrellas. ¡Gracias por volver!

    ResponderEliminar
  2. ¡Bien! (Y bien por Liev Schreiber, que incluso como director sale adelante con la más que decente y muy judía "Todo está iluminado").

    ResponderEliminar