jueves, 16 de mayo de 2013

Beau Mirchoff

 

El instante seriéfilo más especial de la semana sucede cuando llega "Awkward", la imprescindible comedia de la MTV, una fresca rareza entre ese menú que gusta componerse de toscos reality shows, también toda una particularidad entre los retratos adolescentes que suele ofrecer Catodia. 
Aun cumpliendo con las líneas básicas de su género, "Awkward" puede ser disfrutable a todas las edades, achacable a esa combinación milagrosa entre acidez y ternura que sólo alcanzan los mejores productos televisivos.


El reparto es gran parte del encanto, conformado por un puñado de actrices de comedia que no pierden comba, capitaneadas por Ashley Rickards en la interpretación de su vida. 
Además de la calidad de fondo y forma, también está la calidad de la maromez. Porque las risas que arranca la serie no son comparables a las sonrisas que nos regala Beau Mirchoff.


A este guapísimo ya le habíamos echado el ojo cuando pasó por una temporada de "Mujeres Desesperadas", con esa cara de adolescente atribulado y ese pelo disparado hacia arriba, mientras sacaba a relucir, de vez en cuando, la verdad de que su sonrisa no era cosa de este mundo.


En "Awkward", es Matty McKibben, el chico popular que se enamora de la outcast de solemnidad. Para entendernos, el chico de la serie, el amor de Jenna. 
Cuando ésta tuvo que decidirse entre Jake y él a lo largo del año pasado, hubo dos teams, pero ganó Matty. 
Sólo hay que verlo para entender la decisión de Jenna. Por mi parte, lo tenia clarísimo desde el principio.


La relación, antes secreta y ahora confesa, sigue adelante en esta tercera temporada de "Awkward", aunque no falta la sensación de suspicacia.
La propia Jenna lo anunciaba: "tengo lo que quiero, pero no sé si tengo lo que necesito".


No sé si Beau Mirchoff es lo que quiero, pero sí lo que necesito ahora mismo. 
Él parece feliz con el éxito, de momento restringido a la televisión y en papeles de teenager deportista, mientras "Awkward" se erige como centro gravitatorio para la carrera del muchacho.
Tiene 24 años y el mundo por delante.


Lo único que lamentamos de su llegada a "Awkward" fue la depilación pectoral a la que se vio vilmente sometido, quizá para que pareciera más nene, tal vez para hacerme enfadar.
A pesar del paso de la desbrozadora por el pecho, Mirchoff se mantiene tan ardiente como cuando lo descubrimos en Wisteria Lane. Diria que mucho más. 
No sé si la edad le sienta bien, pero a cada episodio, los suspiros se ven necesariamente duplicados.


Con esa mirada azul, entre somnolienta y pícara, al ritmo de su expresión, enternecedora e insolente al mismo tiempo, tan alto, tan encantador, Beau es el más beau.


Seguiremos con los ojos bien abiertos ante "Awkward", que este año no sólo ha adelantado su estreno, sino que llega con mayor número de episodios, para cumplir con su buen éxito y su creciente culto.
Que no falten periódicos descamisamientos de Beau Mirchoff, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario