jueves, 11 de abril de 2013

Álex González

 
Hace muchos años, diríase una eternidad, cierto productor ejecutivo - por entonces, mi jefe - parloteaba y parloteaba, como solía ser costumbre. Entre el parloteo, aseguró que el tremendo cuerpo del por entonces incipiente Álex González era cosa de él.
- Yo lo puse así - decía - Lo conminé a dieta y entrenador personal. Y, al final, ya lo ves: cara de niño y cuerpo para el pecado.


En aquel tiempo, Álex había sustituido a Miguel Ángel Silvestre en la serie "Motivos Personales", los Goya lo nominaron como actor revelación y la prensa le tenía bien echado el ojo a raíz de su romance con la cantante Chenoa.


Y, tantos años después, tras sobrevivir a todo ello, pasar por toda la retahíla de series patrias, aparecer en las películas contadas y trabajar más que casi ninguna otra persona en este país, Álex sigue teniendo cuerpo para el pecado, pero ya no es ningún niño. 
Ahora es un hombre. Para mí, el actor más guapo de este país, con diferencia.


Siempre fue un bellérrimo soso, destinado como otros sosos bellérrimos a ser galán para casi cualquier empeño. Se lo podía ver en la sobremesa, en el primetime, en el penúltimo estreno. 



Como muchos actores jóvenes de este país, la dicción ha sido revisable. Como todos los actores, el tiempo lo hace mejor. Y, como los guapos de verdad, los años no pasan por él, sólo lo besan apasionadamente.


Hollywood, con la mira en la belleza, convoca a la gente guapa de este país de tanto en tanto, se llame Sara o se llame Álex. 
Y éste tuvo la relativa suerte de participar en blockbuster superheroico hace un par de años, bajo el título de "X-Men First Class".


Ríete de la Montiel en "Run Of The Arrow": Álex no abría la boca como Riptide. 
Pero los diálogos de la película no eran precisamente Tennessee Williams, así que nuestro González no se perdió nada y, en cambio, ganó mucho: un destello que poner en su currículum y una melena que sólo le podía quedar tan jodidamente bien a Álex.


Este abril es mes González, porque estrena dos películas, que nos lo traen dramático y cachas, como acostumbra. 
Se llaman "Alacrán Enamorado" y "Combustión", dos pruebas de que el cine español quiere prestar batalla. 
La cosa será cumplir e ir a verlas. Todavía no tengo claro si los títulos son geniales u horrorosos, pero con Álex de por medio, a mí qué me estás contando. 

Combustionado estoy yo

En "Alacrán Enamorado", coincide con Miguel Ángel Silvestre, a quien recasteara en "Motivos Personales". Y los años vuelven a hablar: Álex es más.
Yo le perdono hasta su dudoso gusto por las damas (¿Mónica Cruz? Really?) y le deseo un futuro lleno de triunfos.  


Porque además de oír hace muchos años cosas sobre su cuerpo, también escuché que era un chico estupendo y un buenazo.
Entre todas esas facciones distintivas que hacen su rostro sexy e hipnótico, se rastrea una sencillez y nobleza, que ríete de la Montiel en "Run Of The Arrow".


Sarita, Álex. Otra cosa, no, pero gente guapa y divina en este país, somos legión. Será cuestión de pasear a los productos patrios por "Imitación A La Vida" con mayor frecuencia y eterna prestancia. Go Spain!

1 comentario:

  1. Me encantaría saber qué se ha hecho en la cara para disimular las marcas del acné. Si antes era guapo, ahora es bellérrimo.

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