viernes, 25 de enero de 2013

"Los Viajes de Sullivan"


Si usted se considera amante del cine y nunca ha visto "Los Viajes de Sullivan", no pierda más el tiempo: abandone esta lectura y corra ahora mismo a por ella.
Hablamos de un clásico de la comedia norteamericana, de la obra maestra de Preston Sturges y, sobre todo, de la sátira más aguda sobre la conflictiva relación entre Hollywood y la realidad.
En "Los Viajes de Sullivan", Sturges se lanzaba a una aventura sobre el verdadero significado del entretenimiento, a través de un relato de "cine dentro del cine", y terminaba por extraer la misma conclusión que el héroe de su historia.

Joel McCrea y Veronica Lake

El argumento de "Los Viajes de Sullivan" nos presenta a John L. Sullivan (Joel McCrea), un celebrado director de Hollywood en plena crisis creativa. 
Sullivan considera que toda su anterior obra ha sido una frivolidad, al componerse exclusivamente de comedias musicales. 
Ahora pretende retratar el sufrimiento humano, con la adaptación de una novela llamada "O Brother, Where Art Thou?". Será un drama social, "con un poco de sexo", como le señala uno de sus asesores.
Como nunca ha sabido nada de la pobreza, se viste de vagabundo y decide experimentar la noche de los desfavorecidos en sus carnes.


Todos los caminos lo devuelven a Hollywood e incluso encuentra a una chica (Veronica Lake). "Porque siempre hay una chica", dice él mismo.
El cineasta/vagabundo no tardará en caer preso de su propia trampa y será entonces cuando su experimento de documentación se convierta en verdad.


Ataque inigualable a la hipocresía de ciertos artistas que, para aliviar su culpa de clase, se lanzan a ficcionar el dolor, "Los Viajes de Sullivan" nos recuerda que la auténtica frivolidad está en el acercamiento superficial a la pobreza, en los comentarios acerca de ella y en la "pornografía del sufrimiento".
Si los que practican lo anterior, hubiesen experimentado esas tragedias en primera persona, nunca querrían recrearlas en sus películas ni someterla a sus intenciones estilísticas.


El título de la película alude a "Los Viajes de Gulliver" y, como la novela de Jonathan Swift, es una historia de autodescubrimiento. 
Sturges, director que se lanzaba al cinismo y el slapstick en títulos como "The Lady Eve", se afirmaba a sí mismo como valedor de risas para los que no tienen ninguna luz en sus vidas.
La ironía inherente a su ejercicio no tarda en aparecer.
Si Sullivan aspira a retratar la miseria, Sturges lo hace, y su burbujeante comedia se troca significativa y profunda, cuando camina hacia las chabolas, a los hospicios de caridad y, de manera escalofriante, a una cadena de presos. 
Su sinceridad será lo que la haga verdaderamente radical. "Los Viajes de Sullivan" lleva a la pesadilla sólo para comprender la necesidad de salir de ella. 
"La pobreza es una enfermedad de la que debe huirse", señala uno de los personajes, escandalizado por la aventura de Sullivan.


"Los Viajes de Sullivan" combina este sentido discurso con el tradicional universo frenético y disparatado de Sturges, lleno de réplicas sofisticadas, persecuciones a cámara rápida y mamporros variopintos.
El equilibrio es magistral.
La provocadora mezcla se estrenó en 1941 y sería un tanto incomprendida en su momento. Como toda película decisiva, el tiempo la piropeó, al entender su valía.
Y, tras tantos años, esta elocuente defensa de los payasos y la comedia frente al decadente voyeurismo de las tragedias ajenas todavía puede ser puesta sobre la mesa; especialmente ante la abundancia actual de directores sádicos y audiencias masoquistas, ambos confabulados para explotar el exceso desde todos los ángulos posibles.
No se aprendió la lección de Sturges o, quizá, se olvidó en algún lugar del camino.


"Los Viajes de Sullivan" es como deberían ser las películas de un mundo ideal: inteligente, mordaz, divertídisima, cálida, estremecedora, honesta, bella. 
Descubrirla es amarla.

1 comentario:

  1. Hola
    Acabo de ver Django desesncadenado de Tarantino y vengo desatada... Qué grande es el cine. Me ha dado subidón del bueno, así que esperó descubrir otro relato en imágenes que me emocione tanto como dices.
    Salu2

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