viernes, 17 de agosto de 2012

"Ha Nacido Una Estrella"


Entre la necesidad de la confesión y la prueba de vanidad, Hollywood ha querido contarse a sí mismo en muchas ocasiones, a golpe de suntuosos melodramas backstage.
"Ha Nacido Una Estrella" es una de sus historias emblemáticas en ese sentido.
A partir de ella, se han hecho tres versiones oficiales, más las inevitables imitaciones.
La más interesante, ambiciosa y espectacular fue estrenada en 1954, bajo la batuta de George Cukor.
Se trata de una lujosa producción musical, que no pierde el lado de melodrama sombrío de la historia original. En realidad, aparece potenciado.
De hecho, "Ha Nacido Una Estrella" es un musical rarísimo en su género y extraño para su época, porque no expresa la alegría, sino la melancolía.


Nos cuenta la historia de Vicki Lester y Norman Maine. 
Ella es una cantante de poca monta, y él, un decadente divo de la pantalla. Se conocen fortuitamente, se enamoran y Norman convierte a Vicki en una estrella de Hollywood.

James Mason y Judy Garland

La historia de amor de los protagonistas se ve amenazada continuamente por la irrupción del éxito y el fracaso en sus vidas.
Sus sentimientos, que venían a salvar a Norman del alcoholismo, no serán suficientes. 
Él afrontará con desesperación la ruina de su carrera, y también la humillación de ser considerado ahora el consorte de una estrella. Su labor de amor - consagrar a Vicki - se torna en su contra; los triunfos de su esposa serán el espejo donde quede en evidencia su propia caída.
Ambos se refugiarán en la generosidad y el agradecimiento como su último acto de amor, expresado a través de la trágica decisión de Norman y la reafirmación final de Vicki. 

"Soy la señora de Norman Maine..."

"Ha Nacido Una Estrella" ilustra Hollywood como ese paraíso encumbrador, lleno de focos y promesas, que despierta a una resaca dolorosa, donde cunde la decepción.
Atendiendo a esa irónica dualidad, la película de Cukor parece indagar en los dos niveles de realidad que se vivían en los años 50. 
Por encima, el espectáculo suntuoso de Technicolor y Cinemascope, como símbolo del progreso. Por debajo, la neurosis, las frustraciones, como las contradicciones del esplendor.


Cukor apostó por un juego de sombras y luces y, para ser su primera película en color, demostró un impresionante conocimiento de la estética inherente. 
Nunca Cukor fue tan Sirk; esos espejos, esos personajes que se mueven en escenarios intencionadamente lujosos. 
O el hecho de que, en uno de los momentos más dramáticos, la protagonista esté vestida de Tom Sawyer. 

"El amor no es suficiente"

Sin duda, un comentario irónico, un distanciamiento, para contar una historia sobre la escenificación y la transformación.
Incluso cuando el argumento se muestra demasiado convencional, la estilística dirección de Cukor salva la función en todo momento.
En "Ha Nacido Una Estrella", aparecen las líneas de la que pudo ser la obra maestra de su director. 
Sin embargo, las mediatizaciones que sufrió esta película fueron muchas.


Anunciada como el triunfal regreso de Judy Garland - tras ser despedida por la Metro Goldwyn Mayer años antes -, los jerarcas de la Warner decidieron potenciar la presencia de la diva e incluir un larguísimo número musical llamado "Born In A Trunk", que no fue dirigido por Cukor. 


Como número musical, es brillante, pero demasiado boyante, más propio de las películas anteriores de Judy; no tiene nada que ver con el tono de "Ha Nacido Una Estrella", además de romper el ritmo y resultar interminable. 
No quedó ahí la intromisión. Ante el montaje final, la Warner consideró que la película era demasiado larga y metió la tijera, también sin contar con Cukor. Cortó escenas dramáticas cruciales, menoscabando la historia humana de los protagonistas en favor del relato de ascensión y gloria. 


Para el director, ver el montaje estrenado en 1954 fue una experiencia notoriamente dolorosa.
En los años ochenta, se pudo reconstruir "Ha Nacido Una Estrella", insertando secuencias perdidas; algunas son seriaciones de fotos acompañadas de sonido. Esta versión definitiva alcanza las tres horas y es la que se ha comercializado desde entonces.
Basta ver y oír lo que se cortó, para entender que mucho de lo que cayó al suelo en la sala de montaje era lo mejor.
Si "Ha Nacido Una Estrella" cuenta cosas sobre cómo se hacen las películas, la historia detrás de ella misma habla de cómo se destrozan. 


Como vehículo dramático para Judy Garland, "Ha Nacido Una Estrella" es una pieza perfecta. 
Fue la interpretación de su vida, sin ninguna duda, y no ganar el Oscar por ella le rompió el corazón. 
Prevalece su delicadeza escénica - ese corazón entregado en todo lo que hacía - y su voz trémula, llorosa, acariciante.
En el maravilloso, jazzístico número "The Man That Got Away", queda expresada toda su grandeza en pocos minutos. 

"The night is bitter..."

"Ha Nacido Una Estrella" se dijo cosa de Judy, pero James Mason está sensacional como el atormentado Norman Maine. Es quien simboliza el alma del relato, ese encuentro de la luz y la sombra, de la sonrisa y la tristeza.
Cukor, que fue alabado como el gran director de actrices de Hollywood, demostró probadamente la misma intuición para los caballeros con esa interpretación de Mason.

La escalofriante secuencia de los Oscars

"Ha Nacido Una Estrella" es pura generosidad cinematográfica: funciona como un potente melodrama, como un musical adelantado a su tiempo y como una emotiva historia de amor. 
Una obra amarga y reveladora, que relata la tensión entre el estrellato y la intimidad, entre la felicidad y la decepción, donde Hollywood y la vida se encuentran y confunden.

1 comentario:

  1. Obra maestra sin duda alguna.
    El número "Nacida en un baúl" desde luego es largo, rompe el ritmo y está fuera de lugar pero es hermosisimo.

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