lunes, 6 de agosto de 2012

I Love "Archer"


En un año donde afronto una grave sequía de buenos descubrimientos catódicos, me topo, como excepción, con una sorpresa llamada "Archer".
Se trata de una de esas joyas televisivas que la cadena por cable FX ha preferido esconder, al calor exclusivo y fiel del llamado seguimiento de culto.
Como serie de animación, quizá sea la más distinguida que se emite actualmente, en un podio donde se incluiría también la inmarchitable, siempre resucitable "Futurama". 
Para servidor, "Archer" es, además, lo mejor que ha visto y disfrutado por lo que respecta a series norteamericanas en lo que llevamos de año.


En "Archer", se impone la imprevisión desde su primerísima secuencia. 
El protagonista es un espía aparentemente secuestrado por el enemigo, para enseguida enterarnos de que vemos sólo una prueba de resistencia, comandada por su jefa. 

"Sterling Archer. Nombre en clave: Duquesa".

¿Dónde estamos? ¿En qué época? ¿Por dónde van los tiros? ¿Quién es ese guapo espía que habla y se comporta como un perfecto capullo? ¿Su jefa es su madre?
Los creadores han definido a la perfección en qué consiste "Archer": es el término medio entre una entrega de "James Bond" y un episodio de "Arrested Development". 


Así, se parodian los clichés narrativos y estéticos de las aventuras de espionaje - esos villanos rusos, esas mujeres pechugonas y poco fiables, esas bombas a punto de explotar-, mientras ISIS, la muy secreta agencia gubernamental, concentra todas las caras de la disfuncionalidad.

Los inefables trabajadores de ISIS

La jerarca de ISIS es Malory Archer, madre terrible del protagonista, que funciona como una holgazana, marullera y borracha socialité, más preocupada en ganar dinero y pasárselo bien a costa del Estado que en cumplir con la seguridad de la patria. 

No se bromea con Malory

Tiene a su cargo a una panda temible de funcionarios y brazos armados. 
A pesar de todo, éstos últimos llegan a completar sus peligrosas misiones con éxito en más de una ocasión. 
Bordean el desastre a cada momento, apuestan por la suerte siempre e improvisan en última instancia. Me suena definitivamente a actualidad.
"Archer" se ríe de cómo llegamos a ganar desde nuestra incompetencia.

Sterling y Lana, tensión sexual, reproches y mucha acción

Sterling, el protagonista, representa las dos vertientes de la serie. 
Por un lado, es un espía eficaz y muy cañero; por otro, un snob que no se entera de nada y un machista superficial, con media neurona en funcionamiento y una alarmante tendencia a revelar sus tapaderas en plena juerga putera.

"Duh and/or Hello?"

"Archer" explota el disparate, a través de la comicidad estrambótica, y lo hace en un espacio temporal inconcreto, voluntariamente sin definir. 
En ello, residen tanto su iconoclastia como su originalidad. 
El dibujo, los decorados y las tramas hacen pensar en unos años 60 atenazados por la Guerra Fría, pero los diálogos y el espíritu son inequívocamente propios de estos tiempos de desastre económico y moral.


Así, el personaje de Sterling podría verse como una versión humorosa del Don Draper de "Mad Men"; un señor de aspecto impecable, pero, ante todo, un veleta incorregible. 
Pero también Sterling es ese inconsciente contemporáneo, acostumbrado a un lujoso nivel de vida, a los mimos de su mamá, a no ver más allá de sus narices.
Y, con todo, este pieza de Archer todavía resulta sexy y entrañable. 
Lo sexy, por lo bueno que está el dibujo. Lo entrañable, por la voz que le brinda el estupendo H. Jon Benjamin.

¡Ñam!

A lo largo de las tres temporadas emitidas desde su estreno en 2009, "Archer" va escalando en potencia y estatura, a medida que sus escenarios desafían la imaginación, volando desde Moscú hasta los Mares del Sur, con parada en Marte.
Se beneficia de esa libertad que da la animación para inventarse lo que sea y trasladar a los personajes donde lleve la gana del guionista.


La escritura de "Archer" es impecable, desarrollando con elegancia todos sus niveles de comicidad. 
Es de esas pocas comedias donde no existe un chiste malo. Si "Archer" te seduce, es probable que, como yo, acabes rodando de la risa en más de una ocasión.
La admiración de los creadores por "Arrested Development" no se ha concretado sólo en ese humor socarrón y un tanto cabronazo, sino en la participación recurrente de actores de tan añorada serie.

Jessica Walter

Malory Archer no es más que una versión animada de Lucille Bluth, y ahí está la voz de la incomparable Jessica Walter para ratificarlo. 
"Archer" también cuenta con el doblaje de Judy Greer y, como intervenciones puntuales, de Jeffrey Tambor y David Cross; todos actores de "Arrested Development", serie cuyo regreso, a través de Netflix, ya se fija para 2013.
Por su parte, FX ha anunciado el próximo enero como mes de estreno para una cuarta temporada de "Archer", por lo que ambas series convivirán felizmente para todos los devotos de la comedia más sangrante y visionaria.


 Yo no puedo esperar más. ¡La amo!

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